jueves, 28 de agosto de 2008

Banda sonora para los crímenes



Banda sonora para los crímenes

(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]

he vuelto a escribir en invierno,
puedo abrir las ventanas al frío,
encontrar las palabras temporales,
desenfundar el arma en mi mente,
estar acá un momento secreto,
sentir el viento y sus crímenes,
...por fortuna, llegó esta temporada.

Pedidos de Armagedón
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]

la cortina de la pesadumbre
se posa en los huesos,
no hay nada más extraño que
descubrir en mis ojos,
ni temo ahogarme en esa oscuridad de
los tiempos futuros,
de donde todos saldremos gravemente heridos
como por arte de magia terrible,
o adversa al sueño,
nada queda por destruir,
la belleza ha sido borrada,
es una pradera errada,
un camino sin bordes,
muchas de las cosas más
sucias pueblan el país del aire,
hasta los deseos reprimidos,
ideales frustrados
regresan hasta este rincón
y se suicidan.

Un soldado abandonado por su ejército en medio de la selva
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]

luces desgarradas se anidan
detrás de los párpados,
cuando se cierran los ojos atormentan
a la mirada escondida,
es un espacio de locura insignificante,
pero crece como la gangrena
en una pierna apuñalada,
va mordiendo la carne gris,
las venas se marchitan debajo de la piel,
la sangre se torna densa
y espumosa, desaparece;
moscardones pervertidos huelen la fetidez;
destellos frágiles se apoderan
del mundo moribundo,
caen tus ánimos entre las fosas comunes,
la hierba mala no es vulnerable,
es maligna,
absorberá tu cadáver
en su quietud vegetal.

***
—¿Bien caliente el café?
—Caliente como una menina.
—Como para quedarse sin pelos.

Hotel Parador
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]

A tanta distancia del mundo maldito
llega la helada mañana este día,
se deposita en mi alma
y brotan de ella
los vapores deformes
de perversidades,
veo en derredor todas las sillas desiertas;
al lado de una carretera fría,
solitarios viajeros anónimos hurgan
en el horizonte
rumbos hipotéticos,
comienzos interminables
a partir de desventuras,
o lo que yo creo,
fotografías
de un largo huir.

Mississippi 1923
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]

Arde en llamas el río de lodo,
las hojas de los camalotes se deshacen,
una humareda negra se tuerce
a través de ramajes resecados,
todo el pantano se tiñe de fuego,
un suave brillo flota sobre las aguas quemadas,
la bruma se acumula tan bajo,
bordeando a tambaleantes árboles,
el incendio se filtra en los pechos
de los fugitivos
y se consumen sus corazones fríos
en aquella noche de hedionda psicosis.

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