lunes, 30 de junio de 2008

fluye un instante terrible

El portal
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
agazapados detrás de una roca al borde de un precipicio
espío el tribunal del Juicio Final
en infinitos campos desolados y sombríos
cubiertos por extensos ejércitos sanguinarios
bajo cielos cobrizos y tapiados de ángeles oscuros
y un dios colosal que se eleva inabarcable
prorrumpiendo como trueno una pregunta indescifrable
que cae como un delgado y furioso haz de luz
sobre la diminuta figura de un hombrecito
y el dedo mastodóntico lo señala amenazante
pendido sobre su cabeza enrejada tras sus brazos
y el dedo único lo aplasta y arruga
entonces solloza mi amor abrazada por mi espalda
voltean hacia nosotros las tropas macabras
innumerables cascos y calaveras se alzan sincronizados
al instante en que el dios gira enfurecido
y se lanzan a un punto los querubines mercenarios
pero ya traspusimos el portal

Míster Jack Torrance, supongo
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
escucho que se tienden las alas oscuras
a los costados de mi mente
enfilados los rostros de mi alma
como un tribunal coronado
no pude evitar sentir la perversión
mientras se elevaba un entumecimiento interior
como una gran ola de hierro
con la fuerza segadora de las masacres
y el morbo alimentaba una cínica sonrisa
que al viento desprendía hilos de sangre
flotando en las tinieblas como fantasma y silencio
quise ansiosamente el ritual de la tortura
la furia de los dioses empuñaba mis manos
qué territorios tan desolados se erguían en mis ojos
yendo a descuartizar hasta el punto de la nada
tras mil horas de cortes y suturas
en el aroma calcitrante del ácido nítrico
y la impasibilidad de un pulso vengativo...
cantó un pájaro engarrado a una cerca
que devolvió a la realidad su noción enjauladora

el lago
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
y qué puedo decirte desde esta distancia
sino con una mirada
lo que parece una sonrisa
tal vez un gesto indiferente
este lago se funde en la mala memoria
el único viento barre las sombras
donde no hay orillas
desde esta torre oculta
espiando entre los árboles
las ondas mudan abruptamente
el aire frío y húmedo
hay una apariencia tan lejana
hay un eco de alguna voz
que se agazapa entre las rocas
entre los cortes de la superficie
alguna mala noticia
nace incierta

discontinuo
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
mantuvimos el fuego adrede
hasta que las penas se volvieron negras
cayó así el recuerdo más innegociable
pero el engaño al cosechar sus labios
evitó encontrar el pasado en sus ojos
la quise hasta la demencia
fui el sombrío mensajero
tenebrista y desafiador de caminos
al buscar la auténtica procesión
aunque tal olvido hoy no existe
es parte del mito

fluye un instante terrible
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
me da la urgencia perdida
el ahogo encajado en mi recuerdo
lo que me abstrae de la circunstancia
estaba dirigiéndose al beso
o mirándome de repente en el espejo
fue así que me relampagueó la locura
saqueó de la imagen a todos los objetos
y fluía el tiempo como sustancia
que me rozaba el rostro al perderse
endureciéndose como materia de pasado
entonces volvía a los labios
o a mi reflejo con ojeras
había cruzado ese instante de muerte
que hace años fracasó conmigo
justo se escapaba un chorro de agua
cayó al piso mimetizándose con las baldosas

inmarchitable
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
la perspectiva del futuro es un camino de vértigo
con ventanillas selladas que censuran las náuseas
porque la pestilencia penetra de todas formas
este mundo me huele tan terrible a veces
y me perturban los largos túneles de cinismo
en que contengo la respiración
aún así el humo me asfixia
porque los rayos ultravioletas arrasan dentro
crujen invisibles por los grandes ventanales
incendian las revistas desnudas
aunque rasguñe los bordes de goma
aún es largo este periodo hacia la noche
esta ascensión por las ramas

psicosomático
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
podría estar vulnerable
probé llamarme en cualquier extensión
e iban sonando teléfono tras teléfono
era una hilera de casas iguales
arrasadas por la pared del tornado
las manos sintieron el muro lejano en el aire
alguien dijo amarillo o delirio
el techo mismo era otra pared
se había perdido el suelo
las personas que miraban parpadearon juntas
sus rostros se volvieron difusos
se sumieron contra el fondo
que era un telón negro
o tal vez el público aguardaba detrás, sentado
sin percatarse del sonido hipnótico y aterrador
que se iba acercando

tanto
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
tanto me duele el pecho, hermana
pesa en la balanza esta melancolía
tan perdido estoy
respirando y latiendo
porque me escapé tanto de la muerte
quisiera estar al borde de tu mirada
mi compasión
para contemplar el futuro
donde estamos tan lejos
que vengan los ríos en tus pupilas
que vengan a mí las lluvias
y sople puro el viento
que se alarguen nuestras sombras
que se quiebren todas nuestras paredes
por esos años que prescindiremos
por esta voz silenciosa
y el deseo de asirte la mano
cuando me arda la última saliva

Mal tiempo
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
súbitamente se te desarmó el cuerpo
ante mi mirada se deshizo la tuya
entre mis dedos se escurrió tu pesar
giraron las hojas muertas ante la puerta
golpeaba la rama vieja en el tejado
de lo profundo del bosque venía la brisa

La helada
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
el frío hálito posa sus azules dedos
dibuja sus ojos sobre mis párpados
cuando me duermo en brazos criminales
en labios cargados de sangre
me encuentro petrificado al final del sueño
con el puñal extendiendo sus tentáculos
desde la puñalada a las venas
entra la luz diurna muerta
sin el abrigo de la vida caliente

Problemas
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
tus problemas toman un rostro
hace tiempo había una vista increíble
caían las calles entre los patios cerrados
la noche lamía un horizonte borroso
existía un límite donde aferrarse
siempre volvía a un sitio en la selva de mi mente
en que las manos del agua se enredaban
estirando las ramas del árbol caído
aparecía el sendero en el silencio de la siesta
latía secretamente ese mal presentimiento
los pájaros infectados largaban el grito al cielo
que rompía los cristales entre un época y el ensueño
ya fluía libremente el veneno en el viento
la ceguera se convertía en unos párpados pesados
la sordera entraba a buscar pensamientos

día perfecto
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
bajo un radiante cielo azul
te sangran los labios de tanto haber besado
no hemos permitido que los conflictos se disparen
detrás del muro de tablas
por entre las rendijas
cae el sol incendiando el pasto
te duele la piel de tanto haber amado sin sentido
la larga muerte apenas hace sombra
por entre las rendijas
¿no sentís ese rasguño en el corazón?
durante el silencio venía flotando una ceniza
tampoco permitimos que se escape este impulso
brilla el filo de un hacha incrustada en el tallo
suavemente se balancean los animales desollados
y gotean
por entre las rendija
veo que el futuro no es bueno
pero de tanto deseo desperdiciado se te quebró el espíritu
hace mucho