martes, 4 de octubre de 2011

siempre es la noche que me invita a su mar

siempre veo fragmentos de la gente
un monton de gestos desapercibidos
se pierde la arquitectura del momento
tanto solo salones con sillas levantadas
camas sin colchones hasta pianos cerrados
cuando un beso no censura a la soledad
y una extraña musica llega debil
el viento retiene afuera a toda la ciudad
ahi donde se desangra un corazon
veo en silencio una sonrisa pasajera
la sensualidad que va camino a la destruccion
mientras aguardo que se pida esta habitacion


me quiero ir
siempre es la noche que me invita a su mar
el eterno rio que me llama
en el oscuro remolino del tiempo
pienso en irme
tan solo con los sueños y los recuerdos puestos
enredados dentro de una frustracion, y la madurez
el desarraigo es tambien parte de mi respiracion
la consecuencia de los instantes perfectos
de los prejuicios y las temporadas infernales