viernes, 25 de julio de 2008

¿Por qué te diste muerte, Silvia Plath?

Solitarios
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
A quién le escribimos los solitarios
si todos nos pueden traicionar todavía
cualquier promesa es un pacto con el fuego
capaz de quemar y de tornarse en ceniza
no se puede sentir lo mismo para siempre
no fuera del libro de la muerte
más mentiras reemplazan a las mentiras
los labios saben igual a cualquiera
el abrazo se siente parecido en cualquier abrazo
el romance sólo crea islas de ilusiones
habitadas por náufragos sin esperanzas.

Evasión
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Seis días antes de cumplir 13
Huimos de la inundación
Antes que invadiera las plataformas
Escapamos hacia una incierta tierra
Montamos las cosas que podían rescatarse
Cerré los ojos y me dejé llevar por la corriente.
Ahora descubro que estoy llegando por oleadas
Cada tiempo se repite la escena
Algo me inunda constantemente
Voy desapareciendo más allá.
Si antes había una sombra rondando mis pasos
Ese rumor ya no existe
La sombra está en mí
Soy yo el que ronda sigilosamente en un mundo
Acechando el momento
Intentando comprender las dudas
Mi perfil es borroso en la distancia
Irreconocible en fotografías.

Un segundo de silencio
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Recuerdo fragmentos de vida entre los episodios que escribía
Siempre pensé en el suicidio como un arma que tenía a mano
Como una respuesta que nunca aprendí a usar
Tuve la necesidad de crear personajes que dijeran lo que yo no podía
Que cometieran los actos que en la realidad me hubiera censurado
El dolor se me fue de las manos
Mientras hay un océano de palabras en el aire
Millones de ojos que están parpadeando
Millones de bocas que están hablando
Cómo es posible que no se le ocurra la misma idea a otra persona
Habiendo miles de años para desarrollar el pensamiento
Millones de impulsos en cada breve instante
Una palabra y alguien ha muerto
Un gesto y se apagó otra vida
Cada instante trágico en que unos pocos sueñan ser felices
Cuando vamos aprendiendo las palabras
Nos vamos dividiendo en el filo de los antónimos
Encontrando la definición de la postura escogida
Solamente son palabras
Afuera está la realidad
Después de todo
Yo tampoco
quisiera quedarme
sin esperanzas.

Sobre el vacío
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Yo también te quise y quise vivir
pude soportar el peso del aire en los suspiros
la batalla de la lluvia en la madrugada
escuchaba cómo latías a través de la línea
cómo podrías romperte con mis palabras
supe lo débil que te sentías algunas tardes
el océano de sangre rugía en tus venas
ardía en tus pupilas una sensación desconocida
tus dedos se juntaban con los míos
había un mundo al que entrábamos juntos
cualquiera cerraba los ojos y caminaba sobre la cuerda
nos conducíamos por encima de ciudades y lagos
todavía no comprendo a dónde fueron esos días.

Tiroteo
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
A dónde vas con tu negro corazón
con tu cabello mojado de oscuridad
y tus ojos que niegan la luz
te descubro detrás de las armas
apartada de los fantasmas suicidas
vas hacia la noche.

Fuera de aquí
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Recordaste algo que te hizo sonreír
en la calle, creerían que enloqueciste
al hablarle a nadie
a alguien que estaba fuera
de la agonía
del presente.

Ilusión de los sentidos
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Le confieso al papel todo lo que me gustaría decirte
guardo en el silencio tantas palabras
voy acumulando deseos y visiones
la carretera de los días nos conducen a empalmes y desvíos
a direcciones que nos alejan
no tengo siquiera una fotografía
no cuento con nadie como cómplice
tu presencia fue un sueño
soñarte se volvió un recuerdo
nada de lo que siento garantiza tu existencia
sos otra mujer a la que nunca voy a besar.

Urbanización I
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Este corazón se ha infectado de corrupción
ya no soy esa sombra que veías a lo lejos
ahora que estoy tan cerca
ves esta apariencia vacía
una máscara que lleva detrás al mundo
el agua sepulcral fluye en las venas de la ciudad
los cables eléctricos enredados como nervios
la piel de cemento
este cadáver urbano
fotografías repetidas de calles y plazas
monumentos oxidados, muros
nosotros que nos contagiamos de frío
nuestras pupilas grises
labios que saben a polvo
este corazón que se endurece
se convierte en ciudad.

Días oscuros
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Por qué me abandonaste, fuiste tan lejos
me quedé con la voracidad de la soledad
con el amor quebrado
ahora temo escribir porque ronda tu fantasma
en pensamientos que no resisten la existencia
un estremecimiento íntimo que alienta tu imagen
el cielo sobrevuela envuelto en crimen
el frío ensangrenta los cristales
hay en tu evocación una tragedia
una rabia que me hace tan pequeño
no puedo detener el arma tanto tiempo
en algún momento será demasiado tarde
el dolor penetra en la profundidad
te aleja a través de las sombras
que permanecen en la habitación.

Solicitud de ingreso
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
¿Por qué te diste muerte, Silvia Plath?
¿Cómo pudiste no soportar las voces, Virginia Woolf?
¿Si hubieras rechazado el amor del mar, Alfonsina Storni?
el club del dolor tiene cita en el limbo
para ingresar se llenan apasionados manuscritos
los poetas son señalados por un pacto siniestro
con ojos demasiado brillantes para este mundo
con almas tan sensibles para durar al tiempo
alimentados por amores frenéticos, encendidos ideales
un erotismo de melancolía
la cruel sociedad de selectos miembros
a donde hay que atravesar la vida
ceder ante el placer del desfallecimiento
perderse en los brazos del ángel oscuro
para elevarse fuera de las fronteras de este pasajero país.

Llovió
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
La lluvia terminó
cesó de repente su murmullo
del alero del techo cayeron las gotas finales
las nubes más densas se despejaron
supongo que podías volver a sonreír
despertarías del sueño ante la ventana
verías los charcos reflejándote
las huellas sembradas en el barro
a las plantas subiendo otra vez
los truenos ya sonarían débiles
la oscuridad estaría huyendo;
unas espadas de luz atraviesan las nubes
un aura de color ilumina el atardecer
tienes la libertad de decidir el mañana
de hacer la elección sobre lo que quieras
ahora la lluvia terminó y disfrutas las consecuencias
quizá mañana debas luchas contra tempestades mayores.

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