martes, 15 de julio de 2008

El sentido desesperado de vivir

El sentido desesperado de vivir
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Lo que poseo puede arruinarse en el fuego
lo que he aprendido puede arrojarse al olvido
lo que había sentido pude haberlo superado
dijiste que habías sentido lo que yo nunca
lo dijiste con el tono amargo que a mí me gusta
si estuviéramos entre dos eternidades de tinieblas
quizá desesperaría de haberte conocido una vez
la melancolía qué contradicción en este mundo
donde se debe imponer el bienestar
tratar de ser feliz o de ser sabio
mientras que el vivir tiene sus grandes emociones
entre personas que sueñan después de vivir.

Sadismo
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Resueltamente, y sin ruborizarse
la mejilla, como tibio durazno
percibe ese roce sin huir ni amenazar
pero la sonrisa es macabra
porque no se asemeja a tal
es apenas un gesto fugaz
como un escalofrío
que me dice: sobrevive
sin embargo, cedo
te elijo en la última noche
donde uno terminará en brazos del otro
y heredará el pánico.

Puedo definirme vulnerable
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
A través de la sustancia de los segundos
renace cada mundo en un mundo preexistente
con todas sus nociones infinitas y destructivas
donde puedo definirme vulnerable
pero, ¿por qué tengo que quebrarme cada vez?
Si nos desvanecemos al obsequiar los relojes
al consumir una herencia o dejar un apellido
que si estás bien o no en otros brazos
mientras el momento se archiva para siempre
pero la felicidad no se puede prolongar más
si no, se deforma y se vuelve cicatriz.

Hace un momento
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Conozco tu cuerpo desde anoche
cuando soñé que vivíamos sin presente
sin ojos puedo dibujarte
con unas manos, con el deseo deseado
ya amanece sin oportunidades
con el día insoportable
la ansiedad y respirar
cuando abrimos la puerta
detrás sucedieron tantos días
crecieron las casas, crecieron las calles
creció el césped mis uñas y la barba
se acumularon objetos, demandas
ya no encuentro una sonrisa
ni tu mirada de sonrisa
ni el perfume ni el vestido roto
la pared de enfrente se volvió ajada
la ventana de enfrente se convirtió en muro
hace un momento estaba para siempre
ahora quedé descalificado.

Estuve a tu lado
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Estuve a tu lado, tan cerca
pero no te diste cuenta, como siempre
alguien como vos, con tus ojos
no se encuentra dos veces
no se encuentra siquiera una vez
con tu delicadeza, con tu porte
que no diga apasionadamente
lo hermosa que es una esperanza
el amanecer o ese tibio resplandor
cuando llueve en la ventana
en este mundo, ya apagándose
entre la gente, casi a la vuelta
besándose en el supermercado
ante un espejo que es ahora
temiendo pero besándose tan cerca
con sus calles y casas y coches
con tus hombros,
con tu delicado suspiro.

En ocasiones
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Cuántas ocasiones no dijimos nada
dejamos que tu vestido amarillo hablara
al viento y con el movimiento de tu paso
cuál será el instante que vamos a recordar
si todavía no cruzamos una palabra, ni un secreto
un árbol ante tu casa sigue cambiando sus hojas
las madrugadas trajeron lluvia a tu vereda
el tiempo nos mantuvo en distintas circunstancias
y no supe decirte todo lo que quise decirte
porque tu presencia me irradiaba un fuerte asombro
si con tu mirada sospecharas estas confusión
si la distancia y las palabras se cortaran con un gesto
pero cuál gesto sería ése, o cuál acción
me dejaré llevar en la siguiente oleada
quizá despierte en la orilla de tus labios.

El ocaso
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Entonces, ¿vivimos en un mundo hermoso
una vida maravillosa?
ay, y yo que tengo el corazón frágil
que ya no hago tantos planes
porque el futuro es breve
que veo al fracaso imponer sus respuestas
en todas las salidas
así como veo el hilo del destino desprenderse
de la alfombra que arrastra la muerte
cual pavo real bello y apagado
cual carnicería -girasol- cual mentira
pero tuve el día
en el momento exacto
para el ocaso, para hallar esa cortina
aquellas llamas que lamían cabezas humanas
humanamente esparcidas fuera de las casas
¿y qué es tan hermoso? ¿quién dice amarte?
hay una quietud en este viento
una melodía que bosteza el silencio
hay un sueño, tantos sueños
hasta que la vida suceda.

Cómo es perder
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Cómo es perder tu amor, no me doy cuenta
esta mañana, pero cuál de todas
quizá fue en una de las despedidas
más quién de los que te pretendían
hubo un instante donde faltó una pregunta
un beso que no debió ir a tu mejilla
una poesía que no tomó el puñal de la vida
sangraría aunque careciera de corazón
estos lugares serían tuyos si estuvieras conmigo
estos recuerdos tendrían valor si estuvieras en ellos
el amor es una cosa tan divina
pero no es nada si no estás presente.

Qué pena tienes
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Posiblemente estuve mal enamorado
si es que alguna vez lo estuve
cuando pensaba que podría ser distinto
la siguiente noche o el siguiente mes
que habría una palabra
que no sabría cómo decirse
o en cuál instante dar el beso sorpresivo
si al escucharnos fuera como estar en el pasado
que pasaron siglos desde nuestro minuto
¿Qué estarás haciendo en este ahora?
en qué pensaste primero esta mañana
soñaste que soñaste miles de veces
almorzaste cada día en el comedor
diste tantos pasos alrededor de un año
sin sol con lluvia o sin bufanda
puede que no sea tarde en la tarde
puede que aún funcione la línea
o haya un bus que pase cerca,
como antes
como si fuera en el pasado.

Me gusta
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Pintamos de pasión toda la casa
aunque no sea nuestra
estoy seguro que me gustará vivir junto a tu mejilla
habrá música y aromas en alfombras y cortinas
aún en la mañana que nos atrape el sol verdugo
porque no digo mucho cuando me falta tu gesto
tampoco viajo lejos si te quedaste un poco
estaba leyendo un libro de poemas
hasta que encontré la flor dormida
en la página que estaba leyendo
cuando te besé en el cuello
bajo un árbol florecido
la vida me gusta con fragancia y canción
por eso me gustará escucharte de nuevo
habrá un sentimiento que será nuestro
aunque tampoco sea nuestro.

Y nos besamos desinhibidamente
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Y nos besamos desinhibidamente
en medio de la multitud
volviendo al público hacia nosotros
perdidos en estos labios y el abrazo
ya puede volar la bandada de cupidos
lanzando flechas a diestra y siniestra
infringiendo esta locura en las calles
ya pueden sonar las campanas de cristal
entonar los ángeles su coro
desparramados en los escalones de las nubes
pueden intensificarse los aromas
florecer la hierba entre las baldosas
también puede romperse esta ciudad
despegar hacia el espacio boreal
que cuando abramos los ojos
sólo quedaremos los dos
rodeados por personas asombradas
que nos creerán jóvenes y locos.

Pájaros volando al sur
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Cómo voy perdiendo el sentido
flotando sobre una línea filosa
el tono rojizo va cubriendo el cielo
los pájaros se dirigen hacia el sur
vuelan alto y sus alas apenas suspiran
sus garras se abren lentamente
dejan caer todas esas bombas brillantes
la muerte va besando cada boca
tan lujuriosa e irresistible
mientras crecen el fuego y los derrumbes
pero no puedo escuchar nada
tan sólo un suave zumbido
la escena gira cada vez despacio
la enamorada está de pie ante mí
la abrazo, nos besamos también.

Excavación
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Al hablar no podemos vernos
fantasmalmente las líneas se pierden
en el polvo surgen las paredes
algunos muebles reconocibles
pobres recuerdos materiales
ausentes de sentido emocional
la poca esperanza que tuve
ni siquiera guardan los escombros
los intentos por evitar la obviedad
los cuidados para no defraudar
los secretos las promesas y los ruegos
¿acaso importan con los años?
condenados a quedar sin nombres
a borrar la fragilidad en olvido
después que las montañas se vuelven llanuras
viene el océano dos veces y luego desaparece
dejando un desierto silencioso e inexpresivo.

Nunca vi el mar
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Nunca vi el mar, ¿cómo es?
tal vez sea salado como tus lágrimas
que si son de alegría o pesar
¿habrá diferencia?
quizá el viento se las lleve
sin preguntar la razón del llanto
las fuera acumulando en su respiro
hasta que un día toca la playa
me preguntaba qué estamos haciendo
podríamos partir de pronto
yendo directo hacia alguna orilla
qué puede una vez lejos de la rutina
al volver quizá tengan rumores
nos despidan o descuenten el salario
a menos que sea tan irresistible
caminemos lentamente hasta ella.

Un día después de mi cumpleaños
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
otro día triste en este planeta
sin noticias sobre tu mirada
el día del aniversario o del final
lo único que recuerdo terminó hace dos años
en este extremo de universo o de ciudad
cercado por esos horizontes desconcertantes
ahora necesito una simple palabra
pero, ¿qué son las palabras en realidad?
¿tendría sentido el tiempo contigo?
si estoy cayendo, cayendo, cayendo
sin poder comprender lo que sucede.

Tormentoso
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Paulatinamente las nubes se hacen plomizas
se enredan las venas y sus tejidos
dan cuerpo a la errante tormenta
mira cómo se agita en el pecho
sus truenos golpean el nido del alma
tambalea la conciencia debilitada
pronto llueve su sangre envenenada
anega la piel detrás de una herida
la opresión se acentúa entre las costillas
ya vendrá el rayo a partir el corazón
a quemar su flujo y su pasión.

Identidad
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
vi la vida tan distante
por encima de los personajes
pude tocarte un instante
a través de una línea ficticia
pero no dije nada maravilloso
dijiste "esa película es muy triste"
lo fue, aún más tras escucharte
se me quemaron corazón y los ojos
con el viento que muere salvaje
incendiáronse las figuras y su pasado
conmigo que tampoco era cierto
porque todo lo veía desde alguna imaginación
cercenada hace tanto tiempo de su identidad.

Confesion engañosa
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Cuando me di cuenta que a mi vida le costaba ser normal como otras
decidí que ya no tendría motivos para arrepentirme de nada
que sería una estupidez asumir la culpa que los demás continúan soportando
Pero pese a todo, a mis intentos de indiferencia y a mi actitud descreída,
libre de raíces hacia las personas o la conciencia natural del tiempo
no puedo escapar del miedo, una sensación que se aproxima a la idea de esa palabra;
sobretodo existe la tristeza, una corrupción en la mente que aparece invariable
que se presenta en cualquier momento
como una sombra que corre detrás de los árboles mientras me dejo llevar por la corriente;
no puedo detenerlo, encuentro sus señas en la longitud de los sueños
convertidos en fragmentos de mis deseos y ambiciones
eclipsados por una euforia de perversión,
pareciera que la bondad es una escoria en mi personalidad
un disfraz y un escudo para conservar cierta inmunidad en este mundo
así como el código de cordura me permite engañar a todos
los que sea posible.

Memorias
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Qué puede haber de mal en la muerte
por qué provoca una estela de sufrimiento
emociones tan temidas guardadas clandestinamente
vivir demasiado sensibiliza contra la agonía
la costumbre de respirar se hace corrupción
la única perspectiva es la que se vive
mientras las múltiples ficciones se entrelazan
bibliotecas eternas que limitan la función
ayer vi un trozo de cielo en la oficina
el brillo del sol distorsionado por el cristal
imaginé esas vidas dispersas afuera
ausentes de mi conciencia.

Viajar
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Hay quienes viajan en un viejo camión para buscar refugio en otro país
Quienes se apiñan en el compartimiento de un barco o sobre las tablas de una balsa para huir de su nación
Hay aquellos que dormitan cómodamente a miles de kilómetros en el aire
O aquellos que recorren el camino entre cientos, en millares de autopistas y rieles
Unos pocos escapan de esta atmósfera o se hunden en profundos mares
Están los que se desplazan con dos ruedas o simplemente sueñan
Un bote transporta al pasajero al otro lado del río
El bus se dirige a una ciudad vecina
Viajar es posible, sufrir lo es
Sin boletos ni esperas.

Falsa reproduccion
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Tengo una vida llena de mujeres invisibles
Rodeada por muertes inalcanzables
Poseo la vida de otra persona
Consumí tantos personajes ajenos
Fui arrastrado por el papel
Pasan las calles por la ventana
Entran y salen desconocidos
Estoy ambientado en el dolor
En una época que ya terminó
Mi identidad se fragmentó
dentro de tantos cuerpos
la obra deshizo mi carácter personal
las percepciones se adentran en esta falsedad.

Destinacion preliminar
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Así que voy a cumplir mis sueños
Voy a ser un personaje atormentado
Esa es la definición que aparece borrosamente
Unas escasas personas distanciadas en la fallida historia
Con sus pequeños mundos colapsando
Derrumbándose hacia un destino negro.
Quiero evitar el impulso de escribir
Debo cortar esta cuerda que lleva al techo
Las metáforas tienen un único significado
Quisiera morir para siempre
Cerrar los ojos para que cese la tristeza
Para que no haya explicaciones
Y ninguna otra vida se acerque demasiado;
Todavía tengo el control
Aún conservo la pureza
La suma de decepciones tempraneras
Me llevó a no estar atado a nadie
Puedo dirigirme a un futuro deseado
Lo puedo perder.

Concierto en la catedral
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
En un concierto en la catedral
desaparecido entre la gente
estaba escribiendo en el pensamiento
la tristeza
aquella que emana entre infinitos pasillos
inundado por ese misticismo de pasión
en el coro de una misa muerta
con el alma sensible ante el tiempo
como sustancia que engulle
la fugaz existencia.

Encuentro con dos muchachas
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Voy a incendiarme con sus miradas
al borde de sus labios libres
con su juventud ardiendo en la venas
la sangre revuelta en violencia
en la confusión del gentío
arrastrando escaleras o saqueando
se pierde una palabra
la que celebra nuestro silencio
quizá justifica tu sonrisa
hasta el amor dividido
o puede que la pena compartida.

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