jueves, 3 de julio de 2008

escala de grises

mañaneo
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
no podía despedirme
me excitaba su presencia
mientras la arrebataba de la noche
su cintura erótica
besaba su sonrisa
me cortaba su cabello
salían los taxis sin pasajeros
rastrillando calles como una estación
y los coches de oscuros garajes
ya no será lo mismo después
lo que hoy no se diga
por la mañana habrá otra ciudad
limpiada de sus crímenes
asaltos accidentes violaciones
apenas vidrios rotos
sangre marcas
despertando más lejos
del sueño

arte degenerado
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
campos tormentosos
chico conoce a chica
difuminados sus rasgos
dos hombres en una cama
la niña la niña la niña
la niña llora menos
cuadro tormentoso
menos color menos luz
derribado el puente
en un pueblo aislado
en una habitación aislada
habitación tormentosa
cielos claros
leves horizontes
breves perspectivas
menos menos discordia
en un punto de fuga
la niña dos niñas
la ventana y el aislamiento
los cuervos vienen bajando
trazan el tormento
como una línea borrosa
antes de fundirse en ceguera

victima siguiente
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
el horror y la furia vieron tu nombre
la tragedia dijo “es ella”
las casas están a oscuras
un grito se pierde a lo lejos
alguien se rompe
y sangra
toda la noche sucede igual

lemmings
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
desde el aire se ve a una ciudad saliendo de la ciudad
una parte llena de fragmentos que van desprendiéndose
caminando por el llano y dejando solo murallas
desde el ojo de gigante se ven hormigas
que arrastran sus escombros en las espaldas
sus tiendas y muebles y maquinarias
se llevan piedras y tablas botellas jaulas
una madre encorvada bajo su racimo de niños
o un pastor empujando su redil imperfecto
los recién casados ya sin manos y pobres
los enfermos sobre su bastón lento
arrancando polvo al camino para sembrar pisadas
estirando en sus narices el aire viejo
con su calco de rutina y desesperanzas
una ciudad rodando con su corazón seco
el herido que viaja llevado en la camilla
mira al cielo como un horizonte completo

el cristo del fuego
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
en mí la lluvia es severa
tendrán que amputarme una pierna
para remar entre los techos hundidos
creyendo que brilla el sol renacido
un relámpago me toma ante la ventana
mis pupilas se tornan llamas
veo en oro el derredor
encandila este sudor desnudo
mi corazón late para el fuego
levántense preciosos hermanos
duermen cuando estor alerta?
sientan esta carne de rayo
quemen el dedo en mis llagas
me eligió la tormenta bendita
toco los muebles que arden
incendio las viejas fiebres
concebido en un fulgor mortal
sé que luego mis cenizas
engendrarán al pájaro rojo
que anidará en un infierno

cuarta pared
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
no el actor ni el personaje
habla por certeza propia
el hombre común ante la calavera
el escenario es una silla
la iluminación es una agonía entre sombras
el libreto irrumpe en la oscuridad del cerebro
el vacío remite a las mentes
los matices de la creación
el arte fluye de una fuente secreta
desde una pared donde se apoya la humanidad
cuando pega el oído para acomodar el sueño
o sostiene un perfil ante algún contraste
vienen las diabólicas frases
los rumores ancestrales
las formas y los sonidos informes
que se catapultan a esta realidad
la obra persiste en esta biblioteca material
no el actor ni el personaje
el ser se desliga de la euforia
en una fantasía más realista
para hablarnos sin ficciones
pero el público va abandonando la sala
se prenden las luces y no queda nadie

escala de grises
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
la serpiente se enrosca a mi pie
sangra mi ojo en la penumbra
sólo veo mi sombra en un espejo
siento un deseo oculto
mi voz se rompe por dentro
en el silencio viene tu cuerpo
qué nos empuja hacia lo intolerable
la condición humana abarca el cinismo
un momento en tu piel arde y nos pervierte
probamos una ansiedad demasiado arriesgada
llevo tu mano a un fuego funesto
nunca habrá saciedad del espíritu
voy arrasando tus peores confidencias
no quedan imágenes puras
ya se desprende esta retina
jamás veremos el mundo auténtico
cada vez desde una perspectiva ilegítima
humanizando sólo lo que es accesible
mientras tanto los opuestos copulan

proceso de perversión
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
me propuse narrar el tiempo muerto
hubo una orgía de violencia
de la que este presente fue engendrado
hubo una serie de ataques deliberados
que incidieron en cualquier tormento individual
falta una pintura en la pared
faltan los desaparecidos y los olvidados
que quizá encontrarán algún día
bajo toneladas de recuerdos y tierra
pero sigue faltando una pintura
cuya pintura aún no se había condensado
temo que se endurecerá en la sombra
en vez de ojos habrá una tachadura
en vez de edad habrá un código etiquetado
tal vez dos dígitos junto a signos interrogativos
en el Tiempo todos hemos perdido

despropósito
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
si mirás por la ventanilla de la izquierda
se abre la temporada de tormentas
copiosas y profusas lluvias
largos e insufribles desangrados
una mano guerrillera flota
cerca del pozo dinamitado
se abre la tierra sucia
donde los mineros hacen sus familias
pero pasa un auto por la costanera
y si, golpean las olas
trayendo la otra orilla
ya no hacen rituales de la cosecha
ya ni siembran hortalizas

clown
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
las luces resplandecen el rostro del claun
que da la espalda a mil viajes y paisajes
a los infortunados eventos de la comedia
quedan desparramados trapos y artilugios
en ese fondo donde cobraron vidas
desde líderes fantásticos hasta arlequines
cuestas mares y territorios neutros
se crucifica en el final teatral
donde los aplausos y las carcajadas
cubren sus parlamentos auténticos
así que los trajes se tornan vulgares
y el universo se desnuda en tablas
no había nada

tercera persona
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
vibra la cuerda de la conciencia
los rezos se tornan gritos
el maratón de lectura se desmoraliza
una extensa fila de voces
espera repetir la única frase
se corta el aire con la espada onírica
veo la invasión masiva cegando el cielo
qué incoherencia aísla a cada orador
cada cual hablando con una personalidad distinta
viviendo su ciudad y habitación desllaveadas

ritmo
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
un ejecutivo se suicidó esta tarde
los empleados asomaron a las ventanas
esperando ver una crisis de nervios
el café se escurría bajo el teclado
los teléfonos sonaban en coro
alguien olía el naufragio
se acogotaron el nudo
y el ascensor subía vacío
las oficinas se resquebrajaban
alguien oía la llegada de la catástrofe
la secretaria de nota se dejó seducir
las gafas fueron fregadas con el aliento
ya se veía el gráfico bajar en picada
ninguna moneda lograba el alza
por el contrario iba el edificio abajo
mientras la economía permanecía flotando
con su fantasma de cifras y deudas

relampaguea
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
relampaguea a lo lejos
la tormenta de otra ciudad
un instante en la puerta de la lluvia
me venció un amor deshabitado
que me arrastra a su alegoría
hacia el mar subterráneo del alma
en cuya orilla flotan naranjas
huidas de un carguero roto
que avanza
hundiéndose
suave
-mente

hombre desorientado con pasajeros
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
se detuvo en la lluvia baldía
la mañana enceguecida de rutinas
que ha cercenado miles de sueños
un bus tras otro flota en el raudal
suben y suben y paran y suben
los muñones de personas tempranas
en el ruido se escurre algún murmullo
pero en cada parada alcanza el silencio
pero vuelve a rezagarse en la marcha
mientras los rostros se hunden ensimismados
los rostros miran perdidos y hundidos
se internan en un túnel del hastío
esa galería de rostros aventanillados
que deforma la lluvia en el cristal

venezia
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
empieza a desvariar otro día
dejo de dirigirme hacia la oscuridad
para regresar a esta piel susceptible
la lancha tocó tierra firme
donde las madres lloran a mares
soñé una contienda en una tierra lejana
escalón tras escalón la catedral desaparecía
se estaba haciendo agua toda la poesía
las palabras se borraban en el papel húmedo
la persona amada se estaba haciendo agua
se escurría entre los dedos del abrazo
el símbolo blanco brillaba bajo un puente
el tabique no se encontraba en pie
temía volver de una imaginación tan lejana
que habría un cráneo hueco y descarnado
que sólo pudiera morar en el sueño de un personaje
o aguardar en la memoria de la vigilia
ya que la ficción es una realidad eterna

lote
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
los cimientos abandonados ante la luna
las murallas a medio construir
los ladrillos partidos en derredor
las tejas encimadas contra un poste
una fosa llena de cemento y hierros
el edificio que debía ser algún hogar
con ventanas para espiar a las visitas
y ser espiados durante la cena
las habitaciones para amar y llorar
para cometer alguna amoralidad
el techo que mirar desde el suelo
con las piernas rotas junto a la escalera
o el chaco de sangre desbordado
desde el umbral del baño
la ventana otra vez pero otra ventana
con los vidrios esparcidos en las sillas
dando al patio estéril
el calor humano y su crueldad
que alimentan motivos inorgánicos
los ataúdes gigantes de las familias
que no será posible en este lote
porque los albañiles abandonaron sus puestos
dejaron las herramientas todavía calientes
se fueron en otoño y es otoño otra vez
no quedan huellas de las viejas pisadas
se mecen las hierbas salvajes
desarraigadas de cualquier plano

fatídico
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
un sopor gigante venía rasando
en el viento que salía de la selva
era el país nómada de una nube
expatriando dormidos en sus límites inquietos
matando de sueño a quienes no dormían
el chofer se desmayó abrazado al volante
un camarógrafo se desvaneció y volcó la imagen
hasta el barrillero dejó caer una mano en las brasas
porque llegaba el territorio de la inconsciencia
un régimen de fatiga súbita
que me hizo perder la página del libro
conspiró contra un episodio esencial de la televisión
dejo a un niño nacido a medias
mientras despertaba el fuego en los balcones
cuando yo mismo desperté en la calle
hallé cerca de un pingüino inconsciente
habría caído mientras emigraba
en el fatídico verano de una país tropical

primera cacería
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
una bandada de canoas con remos surcaba la aurora
el joven cazador alzó su escopeta al cielo
derribó a uno de esos pajarotes de madera
en sus entrañas hallamos mujeres y niños que habría devorado
el anciano dijo que nacían de un ave madre de hierro
que a veces empollaba torpedos de rapiña
por eso los cazadores más viejos ponían trampas
dejaban nubes de hielo para quebrar su vuelo
así contemplaba mi primera presa desgarrada
mi padre palmeaba mi hombro con orgullo
decía que ya era yo todo un Pez

fugados de la cárcel
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
se abrió un hueco en la muralla
entre los ladrillos desprendidos
asomó la oscura libertad
con un sonido hueco
con gritos distantes de muertos
como su la desgracia ajena diera lugar para la suerte de otro
se abría la vena del mundo
en la piel de piedras y rejas
una herida para sorber los caminos
para huir con el cuerpo a lo lejos
oportunidad de cruzar selvas y lagunas
hasta alguna frontera inalcanzable.
se derrumbó el túnel
la escapatoria se llenó de tierra
de noche y de ahogo
se cayeron todos los planes
apresados en una tumba nueva
los ojos y los gritos fueron cubiertos
los últimos latidos sembrados
se hundió el piso en una línea
dando un zarpazo al pie del muro
asomó la oscura fatalidad
dejando escapar un suspiro
que iba rascando la roca
hasta tocar algún cielo abierto

flash
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
golpean en la puerta de los ojos
las llamas de luz dispersas en la habitación
llenando los rincones con su agua
el sueño se agazapa dentro del cráneo
uno despierta sumergido en la claridad
yaciendo al descubierto y frágil
el televisor parpadea ningún canal
ahorcado en la señal muerta
una hipnótica frecuencia se desborda
franjas turbulentas bañan a los muebles
puntos luminosos acribillan las paredes
llueve por esa ventana
el incomprensible reflejo del universo

la vaca
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
una vaca mareada camina en la carretera
el coche la embiste y pierde el control
el matadero adelanta su carnicería
desparrama al ganado sobre el asfalto
con la lengua desparramada fuera de la boca
la sustancia sangrienta fluyendo de los cadáveres
aún algunas se sacuden inútilmente
mientras unas pocas huyen por el campo quemado
corriendo entorpecidas y atropellándose entre sí
la vaca herida agoniza silenciosamente
su enorme ojo gotea
murmura quedamente
me inclino para oírla mejo
repite un nombre quedamente

el paciente
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
las pupilas desplazan a los ojos en blanco
una bocanada de aire empuja a la tos
el paciente despierte rodeado de tubos
en una habitación demasiado blanca
su conciencia atraviesa el tiempo
su noción descubre un amplio vacío
encuentra las manos envejecidas
siente la tensión en los músculos
una incómoda sensación en la boca
no puede articular el grito
no puede apretar el botón rojo sobre su cabeza
es imposible bajar de una simple cama
sus pupilas se agitan angustiadas
la lengua se desliza hacia la garganta
la visión se oscurece
los ojos vuelven a ponerse en blanco

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