lunes, 14 de julio de 2008

Acerca de lo ordinario de la existencia

El bosque
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Un nombre tallado fue engullido por la corteza
el árbol marcado se perdió entre los árboles
quizá el bosque se infestó de nieblas y noche
las ramas fueron tejiendo un escudo
cosido por las lianas y los líquenes
el pantano floreció entre las raíces
pavimentado por hojas muertas
las lluvias frecuentes y los minutos sombríos
hasta que alguna vez cedió la corriente
el suelo olvidado surgió seco y quebradizo
enormes ejemplares fueron despedazándose
con sus copas cubiertas de calavéricos dedos
llegaron entonces tractores y motosierras
nuestro árbol fue arrojado al aserradero
alguno habrá visto las borrosas iniciales
una huella que tanto significado guardaba.

Pasos de baile
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
¿bailamos?
esta es una invitación para llevarte lejos
para acudir a una danza entre cadáveres
en un pista de lava y relámpagos
en medio de enmascarados
rostros cubiertos por calaveras
para descender hasta el infierno
y bailar ante los demonios.

Brindis de anónimos
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
una copa reposa sobre la mesa de vidrio
una leve sombra toca el borde de las flores metálicas
a través del cristal se contempla la textura del vino
esa oscura sangre petrificada por cierta quietud
y las marcas de unos labios
rojizas huellas de una boca
que quiebran la transparencia
¿quién será la mujer que saldrá de los invitados a recobrar el trago
y deshacer esta escena con el misterio de su mano
a confirmar las huellas con un nuevo beso
para volcar el néctar sobre una lasciva lengua?

Tiara
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Un delicado calzado sostiene los pies en el suelo
los dedos se reúnen en un fino extremo
el tacón eleva los talones hacia el aire
cerca de la rodilla cae la punta del vestido
que se interna en un provocativo tajo por el muslo
el tejido se ciñe sobre la cintura
y en la base de la espalda se abre con atrevimiento
hasta florecer en unos hombros deslumbrantes
de la nuca parte un collar de brillantes
tensado por un relicario que yace contra el seno
encajes de perlas se entrelazan en los aretes
destacados por el cabello recogido en bucle
inflamado en mesuradas líneas
que se ocultan al pie de la tiara
la corona reluce en la dama inconquistable.

Ciudad de pesadillas
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Otro día para ver fracasar a las líneas enemigas
Presenciar la exterminación de una caravana en la autopista
Una oportunidad más para poseer a la oscuridad
Asaltar a un cielo que llueve fantasmas
Sostener en la mano un puñado de sangre caliente
Es otro duro día en la jungla, en hilanderías, burdeles
innumerables obreros trabajan esta noche en la ciudad
Escondida bajo los edificios
La respiración clandestina sale entre grietas
En otro día para ceder a la pesadilla
Y montar a la espalda de la muerte.

Acerca de la inspiración
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Ahora van a huir como ratas
Se van a esconder en las sombras
Todas esas palabras, las ideas que llenaron mi mente
Mientras me encontraba distraído de la realidad
Cuando estuve en la soledad de mi don;
Cuando llego al papel ya no están
Como tampoco están en las conversaciones
Ni en la contemplación
Se ahuyentan del contacto de las personas
Son otras las palabras que acometen
Un libreto distinto que es encendido inesperadamente
Donde los comentarios encajan entre sí
Se construyen diálogos con piezas fragmentadas
Pero la carga de la inspiración es opresiva
Se acumula una esfera de imágenes que giran
Vienen y van, se pierden y se olvidan
Y retornan
Hasta que sean pronunciadas finalmente
Quizá en los labios ajenos o en las pluma de otro tiempo
Yo sólo espero que esto también cese.

Hormigas
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
La invasión comienza durante una noche
Silenciosamente atacan los agentes
Se internan en las sombras
Con sus pasos mudos
Apostándose entre muebles y puertas
Una clandestina fila de asaltantes
Operan alrededor de la casa
Ocupando el jardín y la cochera
Debilitando las puertas
Penetran en la sala y en la cocina
Establecen trincheras
Acumulan provisiones
Abren hoyos en medio del azulejo
Incrustan nidos de combate bajo las paredes
Toman la posición sin sufrir bajas
Sin descansar ni esperar
Preparándose para una batalla al alba.

Acerca de lo ordinario de la existencia
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Compré ladrillos y tejas para construir una casa
Compré algunas sillas, vasos y un colchón
Compré cortinas y una escoba para formar un hogar;
Mientras fui joven me dediqué a probar lo que ofrecía la vida
Después de un tiempo busqué un nombre y un empleo
Fui adquiriendo pequeñas posesiones
Compré pintura, vino y un sacacorchos
Los periódicos que compraba fueron desapareciendo
En la pared de la cocina se acumuló grasa y humo
Con el tiempo las cosas se fueron arruinando
La mujer a quien hacía el amor me preguntó si la amaba
Una niña que era mi hija me besó y cantó
Después tuve que arrojar lo que se rompió
Y tuve que vender la casa
Tuve que ir a un funeral
Y también a una boda
Luego compré un boleto.

Amigos en el río
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Mis amigos están nadando
Jugando en medio del río negro
Sus carcajadas se esparcen hacia las orillas
Se sumergen hasta el fondo sucesivamente
Reaparecen en sitios distantes
Se rozan las piernas bajo el agua
Se divierten con fingimientos
Siento que estoy alcanzando el nivel
La punta de mi pie apenas toca el lecho
estoy resbalando hacia la profundidad
mis labios apenas se mantienen sobre la superficie
el oleaje me rodea y me empuja abajo
no siento ningún apoyo en derredor
si abro la boca para gritar me tragará el torbellino
el fango me sujeta obsesivamente los talones
me estoy ahogando en medio de mis amigos
que son peces muertos.

Matanza
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
En el jardín encontraron a uno
Había otro flotando en la piscina
Al abrir la puerta trasera se mostraba la cocina sangrienta
Más cuerpos en el comedor
Más de ellos en las escaleras
Arrojados a poses de tragedia
Con media sonrisas y mutismos fríos
Las camas estaban ocupadas por charcos negros
Había alguno colgado del techo
Algunos encajados como cuadros
Despedazados en los cajones
Con perchas en un placard
Sólo un sitio quedaba limpio.

La cima de la adversidad
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Tantas semanas insípidas me estaban desalentando
Sentía que los días funestos me golpeaban
Caían como rocas sobre el rostro del escalador
Trastornando su progreso en un Everest infinito
Demorándolo en un escarpado de peligro
Presa de ventiscas y nevadas despiadadas
Ya la caída parecía inminente
Pero una ilusión surgió y sostuvo el ánimo
Nació una expectación en la frialdad del alma
El abatimiento comenzó a ceder ante extraña emoción
El sueño se tornó en una insistente meta
El aventurero asió la cuerda con espíritu renovado
Recompuso su ímpetu contra la adversidad
Reinició la difícil marcha
Sin importar que sus avances sean apenas milímetros.

Terrorista$
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Un grupo de desconocidos instala explosivos bajo un coche
Apresurados salen y huyen a tiempo de la explosión
En mil pedazos estalla el vehículo
Desprendiendo pequeños puñados de fuego
Que quedan regados en una amplia superficie
La vereda fue despellejada y revuelta en escombros
El edificio más cercano fue mal herido
Quebrada su fachada en ruinas astilladas
El primer piso se exhibía desolado
Como una boca de dientes despedazados
Parte del piso superior se derrumbó en la calle
El vidrio saltó en un radio de varias cuadras
Varias caras fueron rasguñadas por su brisa filosa
El atentado encendió otra mecha de violencia
La chispa inició una llamarada más
Todas las manos terminarán quemadas.

Caminata en el mercado
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Mis zapatos son negros
Hay una calle que termina en una escalinata
Voy caminando como si fuera París o Nueva York
Mis zapatos se queman
Mis pies hollan las brasas vivas
Siento miedo cuando estoy en el mercado
Sus callejones me hicieron perder
Alguien saldría de repente para apuñalarme
Brotaría una negra sangre de mi pecho
Acercaría mi mejilla contra el pavimento
La niña que cuida vajillas antiguas
No diría una palabra
No tendría sentido cualquier ciudad.

Visión profética
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Puedo abandonar esta casa e internarme en un país
Sé que me van a buscar
Alguien venido del cielo abrirá la puerta
Dirá que todo ha terminado
Volveremos a los interrogatorios
Van a meterse en mi mente otra vez
Cuando cierre los ojos veré una mano tapándome
Y veré a los espectros juzgándome
Al abrir los ojos estará esta habitación vacía
Pero al cerrarlos de nuevo volverán sus sombras
Será un sueño infructuoso
Hasta que la explosión se abra paso en la tormenta
Y acabe con todo esto.

La catedral
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Basta de ésto, que termine la mierda
Quise alguna vez, conocí alguna vez
El cielo es incierto sobre mí
Asoman al borde las gárgolas
Con alas y fauces que se sacuden bajo la piedra
Las estatuas de la cúpula cambian de dirección
La oscura desolación brilla en los vitrales
Las columnas se parten en el veneno de los relámpagos
El campanario se enfrenta a la tormenta
Pronto caerá, y caerán sus entrañas
Los pasos sembrados en las galerías
Se sombrearán bajo mis pies
Mis manos recobrarán el sentido de la memoria
Seré todos los visitantes
Enfermo con todas sus enfermedades
Derrumbado por la confusión
Apuñalado por la espalda
Retratado en un mural antiguo, eterno.

Presentación
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Esta es mi habitación
Esta es mi cama
Estoy viendo televisión
Aunque no me interesa nada
Como un bocado con dedos ensangrentados
Estos son mis libros, se acumulan
Voy caminando por el centro
Recuerdo a alguien que veía en una calle
Imagino que dentro de mucho tiempo
Volveré y seguiré recordándola
Estas manchas en la pared
Que nunca me llamaron la atención
Los insectos quedaron atrapados en las esquinas
Otra vez quiero apuñalarme
No tiendo deseos de comer
Mastico el bocado con asco
Evito emplear el cuchillo
Podría atacarme
Imagino que me veo mirándome
Con la hoja clavada en el pecho
La sangre abre un hoyo en la camisa
Pero no puedo morir
Tengo que mantenerme despierto
Sin saber el por qué.

Canción final sin nombre
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Desearía que la canción no se detuviera
Que no se extinguiera durante el mejor momento
Me aflige conocer que el final nos espera del otro lado
Pero estamos todos moviéndonos tan mágicamente
Podemos cantar juntos
Nos rodeamos en este oleaje
Existe una sensación que compartimos
Es tan vibrante esta oportunidad
Por eso la música debe continuar
Extendiéndose forzadamente fuera del ritmo.

Paraíso fugaz
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Las niñas están distraídas
Están mirando unas figuras
Ante el sol que moja sus cabellos
Con una luz dormida
Están sentadas atrás del automóvil
La ciudad se agita tan cerca
Se zambullen las calles en un ruido frenético
Pero ellas permanecen imperturbables
Flotando hermosamente en ese retrato
De repente las pierdo de vista
Desaparecen como el recuerdo de un sueño
Siento como si comprendiera el misterio
Pero descubro que la señal fue sólo mía
Por qué esas niñas tan distantes
Me mostraron ese fragmento miserable de paraíso
Ese solaz donde la depresión disminuye
Donde recupero las lágrimas
Me alejo de las etapas críticas.

Trago a ciegas
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Una vez –sin darme cuenta- tragué un insecto vivo
Mientras bebía en la oscuridad
En un reloj que da siempre medianoche
Está escondido un niño
Se quedó dormido y nadie lo encuentra
En cierta ocasión había mordido la fruta
Sin sentir la agitación del cuerpo desmenuzado
No tengo idea de cuántas personas están siendo atropelladas en este momento
Hay algunas que se dedicaron a leer cientos de veces las mismas normas
He leído camisetas con mensajes equivocados
Los ácidos de la digestión van a disolver sus formas
Su veneno y su sangre estarán en mis venas
En el fondo del vaso sobra un sorbo
Con cientos de patitas agitándose todavía
El último trago en una temporada sin redención.

Persona mirando detrás del cristal
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
¿Sentiste esa tristeza
al volver por las noches?
la carretera que te aleja más
sus ojos que regresan de la pesadilla
tantos caminos y tantas luces
que se olvidan
mientras el corazón se corrompe
se hace ruin
pero no sabes dónde
ni cuándo te hirieron así
tus ojos que sembraron un mar
que se apagaron en una madrugada
entonces, ¿qué sentiste en realidad?
ahora,
tras la muerte del amor.

Una frase interrumpida
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Una frase interrumpida hace tiempo
de repente termina de pronunciarse
el rostro se hunde en la almohada
la habitación penetra en la noche
qué está matando a la inocencia
inesperadamente la violencia llega
surgen manos que rompen el alma
no soporta y deja de respirar
lo que queda del sueño es el asco
al final de la tarde no queda nada
una decisión tomada tiempo atrás
de pronto produce un efecto cruel.

##
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Mi corazón se parte en muchas aguas
mis sentimientos van cayendo entre los dedos
no lo puedo evitar ni embriagarme de pena
si de repente algo se enciende por dentro
sólo consigue brillar dolorosamente
a dónde terminarán todas estas nociones
este silencio delator que te lleva lejos
si dejaran de fingir, de reír al menos
el pálpito sería advertido bajo las tablas
detrás de las costillas
porque crece en su acusación
y desgarra mi día de mañana.

Ruptura
(Carlos Miguel Giménez O.) [cmgo1979@yahoo.com]
Los hilos de la oscuridad se desprenden del rostro
forman la completa noche a un lado
con los crímenes y temores confundidos tras las puertas
hubiera querido pensar claramente y actuar en ese instante
antes de que el amor me pierda a quienes amo
quizá duela más tarde cuando sea recuerdo
o extrañe mejor cuando la ausencia sea perfecta
pero no llega la respuesta del otro lado
algo se rompe dentro de mí como si fuera ajeno.

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