el
turista menguante
dejé
atrás una ciudad perversa
al
igual que el río que huye
dibujando
nubosas figuras de decepción
es
hora de volver a enfocarse
de
dejar de sentirse extranjero
un
minuto de contemplación del río
me
rehúso a escribir cuando estoy viviendo
cuando
inútil y satisfactoriamente fluye cualquier río
y
vaga por solitarios jardines un sol meditabundo
un
viento dormido en callejuelas que terminan en la ribera
acechando
el eco fantasmal de ciudades intensas
de
todas las ramas, los pájaros prefieren el árbol vacío
flotando
en una muerte intrascendente
fue
como un sueño estar contigo una mañana
fue
tan irreal besarte y tocarte
un
suave sueño sin dormir
deliciosamente
dándonos piel y murmullo
recorriendo
en tus senos y muslos
el
camino inverso de un sueño real
no
deshaciéndote al ir despertando
haciendo
más precisa al irnos durmiendo
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