miércoles, 4 de diciembre de 2013

Pasajeros con vuelos de conexión



a veces me dan ganas de mandar todo al diablo
y decir a la banda que me regreso a casa
pero después recuerdo que ya no existe un hogar
y se me pasa
veo en sus ojos que todos sueñan con volver
impacientes en las paradas
en estaciones de trenes y espaciales
mientras el tablero se llena de viajes demorados
no sé si hay alguna alfombra o fogata
donde reposar los huesos y secarse los cabellos
un regazo o un sofá o un gato
para añejar recuerdos recientes y dormirse
el hogar es donde vamos desde ayer
una cueva para comer papas salvajes
un balcón sin plantas pero con vino
un camarote con vista bajo el mar
y finalmente la mirada antes de irse















 
 



(para apagar la radio, cerrar los ojos y pisar el acelerador)


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