viernes, 18 de junio de 2010

Tú dirás las palabras que yo no pude decir




verso anhiotico

es tan inútil la poesía
ya no creo en ella.. ni en mi
eso lo note ayer.. hace tiempo
no obstante me apuñala la daga del verso
y muestro mi dolor.. el sentirme vivo
sin quitarme esta furia que me consume
que me rodea.. eclipsa mis instantes
te he dado de mi cordón umbilical para que respires
para que no te ahogues en esta única realidad
he compartido mi aliento y mis debilidades
en mi abrazo desnudo y mi latido
el vientre palpita distante
trazando un mapa donde desaparezco
en cada levedad resplandeciente
cierro los ojos al sentirte
e imagino todo esto sin palabras

de todas las emociones
elijo el deseo
desde los pasillos del poder
hasta mi selva
mi habitación y mi canoa
en mi cárcel.. en mi ascensor
en mi terraza
en mi espacio junto a tu codo
en mi pedazo de almohada
en mi porción de mesa
en mi simple rama genealógica
yo se que no importa lo que pase después
si tu meñique se apropia de mi meñique
abriendo un puente para deslinear nuestros limites

quien me ama sabe que en mi mirada hay intenciones de irme
hoy que lo expreso condeno a las palabras a un agujero negro
que absorbe a través de cada grafía toda emoción
todo sentimiento.. todo recuerdo.. toda pasión
todo dolor.. toda la felicidad tan corta
y toda la maquinaria de la infelicidad
la luz se va.. el sonido y el tiempo
huyo de estas fachadas vacías
de estos fantasmas artificiales
al encuentro de mi propia deriva

ya no escribía mas
solo me dedicaba a la poesía mental
acariciaba ideas repentinas
maravillosas palabras
a veces sorbía su mágica miel
los leía momentáneamente
y dejaba que se deshicieran
que fueran bruma y nada
que mi espejismo de universo fuera brutal
que atropellara con su cruda realidad
cualquier sendero que dirigiera al bosque
pero no saben los que me conocen
que me he ido aislando ante el sufrimiento
abro la puerta en mi alma
y observo complacido hacia el bosque
allí me voy a mudar.. es seguro
una vez que me pierda tan lejos
voy a sacudir los parpados
para que mi refugio se oculte
y jamas encuentren las ruinas

soñad con trenes
con barcos hundidos en el mar
con automóviles abandonados
con ciudades sin habitantes
con fantasmas quemados
yo no quiero soñar nada
insertado estoy en una mala rutina
incendiando las noches
cosechando mis venas frágiles
aturdios siempre
que el ruido supere a la furia
que los disparos sean un chasquido
que los gritos sean un susurro
porque no sera posible despertar

el débil haz de luz al prenderse ilumina la parte inferior de un sofá vacío
parte del piso estropeado escapa de la oscuridad
he cerrado los ojos para irme al mar
una tormenta viene siempre hacia mi
llego hasta la orilla y veo ese horizonte tan frío e incierto
nada que indique el final de esta isla
ya todo lo vivido ha quedado muy lejos
ya no recuerdo el sabor de sus labios
ni el color de sus ojos

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