martes, 19 de abril de 2011

vacaciones

suicide rider


retornan mis compatriotas
vuelven vistiendo ropa de afuera
con valijas compradas tan lejos
algo distinto en el acento
con esa emoción fabricada por la añoranza
qué nos une en esta terminal
el cerco de tierra ajena
una impersonal historia de tragedias
la coincidencia de instantes personales
que nos llevan a mirar las mismas ventanas
a contener en la mirada una esencia indecible


la noche / la luna / el amor / vos
cuántas veces salta la piedra correcta antes de hundirse
encontré el reverso de la ciudad al equivocar la parada
al hablar el idioma equivocado en el país exacto
estuve un día en la terminal de buses
aguardando el destino adecuado para mi sueño
en una página 33 del estante de poesía
en la sala de lectura de Retiro
estaba Agata perdida quizá once años
con la indecisión del verso ingenuo
o su infantil seguridad de sí misma
antes de que el lector inoportuno
abra el libro preciso
























hay 7.500 poetas en el subte de París
otros 300 entre los balseros
probablemente 10.000 en buses conurbanos
al menos trece en vuelos comerciales
al lector de Santo Domingo se le ilumina la cara
a otro de Esquel le hace reflexionar
alguno de Quyquyhó se siente incrédulo
a todos los poetas del mundo:
a desnudar los versos secretos sin pulir
a escribir más desaforadamente que nunca
a perseguir el billón de blogs
la infinita biblioteca de antologías
a desacralizar la expresión más simple
a hacer posible lo que es tan accesible
al palpar la realidad con tus propias palabras



 




















nada más aventurado que leer a autores desconocidos
o poner una canción de largo y extravagante título
si hay que ir a un barrio desconocido
a una noche desconocida
yo voy y te espero
hasta que nos supriman del mejor párrafo


nos encontramos dos que no figuramos en la guía telefónica
nos sonreímos dos que nunca subimos a un helicóptero
ni escribimos nuestros nombres en la arena
nos conversamos dos después de tanto amor golpeado
como si la madrugada fuera nueva
nos besamos dos sin usar relojes
sin haber visto nunca un submarino
sin haber soñado jamás con un radar
ni nunca haber bebido vino juntos, aún


fotografías de poetas

en las fotos siempre gente aplaudiendo atrás
una copa en la mano y sonrisas
más cabezas ladeadas hacia la izquierda
algún músico fuera de campo o pandereta
recortados los hombros de una foto más amplia
no tan encubierta una empecinada bohemia
hay bingo y reunión sin corbatas
hay mucho de algún vicio
y a veces hasta montones de libros
o gatos innecesarios y ceniceros
hay anteojos y la mitad congelada de una palabra
de algo que ya tarde se quiso decir










para leer en el tren subterráneo que Asunción nunca va a tener

en Perú suena una canción de amor fuera del tren
antes del estribillo se cierran las puertas
un instante después vuelve la melodía en General Santos
en Sacramento se alcanza a escuchar el estribillo
ya en San Martín va apagándose el tema
es una canción fragmentada por las estaciones
en Denis Roa subiste sin que te viera
en Madame Lynch te sentaste justo frente a mí
y en San Lorenzo me correspondiste la mirada
y te invité el boleto al mudarnos de tren
















tiempo muerto viviente

los viajes de larga distancia hacia ninguna parte
esto tiene que significar algo
las largas filas rumbo al precipicio
me imagino escuchando tu trágica historia
y todos esos periódicos por escribirse
antes de que te vea desnuda y apasionada
las horas en los cines en otros países
la guardia nocturna en emergencias en feriado
las flores que van a brotar recién para otoño
sueño con vos después de tantos sueños sobre el futuro
mientras aguardo que escampe y vuelva la balsa
voy practicando a quererte con aquellas que me aman


la inspiración es irreal y engañosa
este domingo me quedé varado en la estación de buses
me leí completo El Eternauta
no creí que iban a publicar toda la historia
pero no me pude avisar que ellos me llevarían
que me harían demorar ayer
no me pude susurrar del golpe en la cabeza
o que nunca aprendería a nadar
si hubiera hecho recados clandestinos
después tendría que destruirlos al presente
si me hubiera dictado todo lo que terminé por escribir
y me entregaba joven todos los libros
posiblemente el futuro me volvería irreal y engañoso















ayer dejé un libro anónimo en una biblioteca pública
sigilosamente atravesé la ciudad por la noche
esta mañana dejé un libro anónimo en un cajón de hotel
subrepticiamente me interné en el bosque
cada vez que pienso en vos
siempre hay alguna pareja cerca que se empieza a besar
y no al revés
dejé un libro anónimo en el banco de una plaza
subí secretamente a una terraza a sacar fotos
y dejé otro libro anónimo en el asiento de un taxi
me dormí un poco en una sala de cine
y te soñé desesperadamente
hoy dejé un libro anónimo en tus manos


algo de vos me atrae
besarte es el primer deseo
hoy tu cuerpo es mi poesía
te siento dentro al verte los ojos
el instante se profundiza en mí
quizá mañana o en veinte años
esta sensación madure en el verso
que la esencia se añeje al vivir
que florezca esa poesía urgente y sensible
que tenga todo de vos conmigo
ahí me veo dando giras de conferencias
inaugurando ferias literarias internacionales
coleccionado prestigiosos honoris causas
y, finalmente, recibiendo el Premio Nobel
… de Física

















miles de perros ladran en Buenos Aires
encerrados en balcones y apartamentos
en azoteas y en parques cerrados
mientras colapsan las filas en cines y teatros
tantos McDonalds Kosher y MaxiKioscos
después de las 22 los túneles se abandonan
hay una soledad vacía metros abajo
como los hoteles casuales en que no se hace el amor
o los cafés en que nadie lea nada
los taxis perdidos buscan a sus pasajeros gemelos
acabado el show la calle se alfombra de remeras
parpadea distante la señal naranja del transeúnte
señal para apretar el paso
o quedar en un indefinido suspenso


qué desolada y tenebrosa es la estación Belgrano los domingos casi al anochecer
daría lo mismo si estuviera cerrada al público
ni el pre-eco ni la brisa del próximo tren fantasmean
fácilmente una mujer psicópata podría atacarme a besos
una mujer delincuente podría manosearme la ropa
una mujer criminal saciaría sus bajos instintos conmigo
se escuchan pasos distantes y misteriosos
aparece una mujer al otro lado de las vías
se sienta exactamente frente a mí y me mira
tentado estuve a decirle hola o a tomarle una foto
pero llegó el tren


cita a ciegas en la terminal de buses

ella llegó un mes antes a esperarme
confundió el día de otoño
los andenes vacíos se llenaban de viajantes
llegaban los buses y sólo se descargaban
se estaba vaciando el país
¶µ
el temor cuando te queman el documento de identidad
es que no puedas retornar a tu país
no te puedas registrar en un hotel
que la policía te fantasmice
que no puedas votar
ni casarte con ella


aduana

sangüi’e’milanesa
cambios dulce-maní
koka agua esprái
alfajor jugo
cocido con leche chipa
guaraní pesos cambios
¿a que no adivinas dónde estoy?
estoy en un limbo
¶µ
es impensable si se arruinara la importación de autos
cuántas miles de cigüeñas quedarían desamparadas
vagando entre Mendoza y la Cordillera
inútiles para transportar cualquier otra cosa
fallecidas a lo largo de las carreteras
oxidando sus entrañas vacías





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